¡Qué cosa más rara!
Había una vez un pequeño niño llamado Nicolás,
que creía que era diferente sólo porque él se sentía muy bien cuando se despertaba por las mañanas.
Mientras los demás niños de la escuela llegaban molestos porque no habían dormido bien,
o porque no habían desayunado algo rico en el calor de su casa.
Y lo veían a él diferente no sólo por su corta estatura,
que hacía que fuera el más pequeño de la clase,
sino porque sonreía y decía cosas como:
“agradezco la oportunidad de estar con ustedes” cuando salía al recreo…
-¡qué cosa más rara!
También decía cosas como “agradezco que mi mamá me haya puesto éste huevo cocido para mi almuerzo,
porque tiene mucho que hacer y se da el tiempo para preparar mis comidas favoritas”…
¡qué cosa más rara!
Mientras que los demás compraban si tenían dinero y además comparaban todo lo que tenían,
si una cosa era más rica o más grande que la otra…
Y si no les gustaba lo tiraban,
a veces,
casi por completo al bote de basura,
no sólo si habían gastado todo su dinero,
sino también si su mamá se los preparaba.
Y así sintiéndose especial pasaron los días y los meses y los años … y Nicolás creció y aún cuando bajito,
nunca su ánimo ni su corazón venció.
Un día una rara y muy intensa lluvia cayó en la calle de Nicolás,
él con cubetas a recoger agua aprovechó.
Días completos de agua pasaron y Nicolás salía con botas e impermeable a dar gracias al cielo por el agua que en sus cien botes había almacenado.
-¡qué cosa más rara!-
Todos los demás en su calle se guardaron renegando de la lluvia que en esos días no debería caer y menos en una sola calle,
unos días después a casa de Nicolás a pedir un poco de agua fueron a solicitar,
para poder su sequía sobrellevar.


Por dos semanas había dejado de caer agua en su comunidad,
y aquella agua de lluvia significaba la gloria.
Nicolás,
que era un chico optimista,
con mesura en partes iguales el agua repartió.
La sonriente y orgullosa madre de Nicolás a todos con sonrisas recibió y felicitó a su hijo por haber encontrado el lado positivo de todas las situaciones que hasta el momento con ella experimentó.
Nicolás orgulloso y sonriente por el resto de sus días vivió…
y nunca más aquella expresión sonó
-¡qué cosa más rara!-

AUTORA DEL CUENTO
Isabel Gama

LOCUCIÓN
EN ESPAÑOL
Isabel Gama

CORRECCIÓN Y REVISIÓN
DE ESTILO EN ESPAÑOL
Ytzel Maya

ILUSTRACIÓN Y FORMACIÓN
Lilia Isabel Martínez Ruiz

RESPONSABLE DE DISEÑO
DEPARTAMENTO DE DISEÑO MULTIMEDIA
Fernando Ivan Dupotex Herrera

DESARROLLO DE AUDIOLIBROS
DEPARTAMENTO DE DISEÑO DE
MATERIALES DE LENGUAS INDÍGENAS
Luis Flores Martínez

INSTITUTO NACIONAL DE LENGUAS INDÍGENAS

DIRECCIÓN GENERAL
Juan Gregorio Regino

DIRECCIÓN DE POLÍTICAS LINGÜÍSTICAS
Alejandra Arellano Martínez

DIRECCIÓN DE COMUNICACIÓN SOCIAL
Rogelio Hermenegildo García

RESPONSABLE DE LA PUBLICACIÓN
COORDINACIÓN DE DIFUSIÓN
Y ASUNTOS INTERNACIONALES
Gloria Jadra Gutiérrez