Los pueblos del mundo hemos desarrollado distintas formas para comunicarnos, transmitir nuestros conocimientos y nuestras historias. Hemos desarrollado lenguas o idiomas que son diferentes según los sonidos, las palabras, la forma en que se organizan y usan esas palabras, así como lo que tales palabras significan a las personas. A la existencia de distintas lenguas se le denomina diversidad lingüística.
Las lenguas mantienen viva la memoria histórica de los pueblos que las hablan; y en su conjunto, la diversidad lingüística expresa la historia misma de la humanidad. México es uno de los 10 países del mundo con mayor diversidad lingüística, junto con Brasil, en América; Nigeria, Camerún y Zaire, en África; India e Indonesia, en Asia, y Papúa Nueva Guinea y Australia, en Oceanía. La diversidad lingüística de nuestro país se expresa, principalmente, en el español y las lenguas habladas por los 68 pueblos indígenas identificados en el territorio nacional.
Las lenguas habladas por los pueblos indígenas constituyen una riqueza invaluable, pues cada una de ellas representa una experiencia de vida única, contiene la memoria histórica del pueblo que la habla y es parte fundamental de su cultura y su identidad. Estas lenguas son, también, la expresión de culturas milenarias que sustentan la pluriculturalidad del país, y por ello forman parte esencial de la identidad de todos los mexicanos.